lunes, 13 de abril de 2020

Freak Show: una mala película que vale la pena ver


Lanzada en el año 2018, Freak Show es uno de esos films que no sabes que existen hasta que te los topas de casualidad años después de su estreno. Para un servidor, encontré esta película gracias a su actor principal: Alex Lawther. Conocí a Alex gracias a la serie The End of The F***ing World (perteneciente a Netflix, claro) y pues la curiosidad de saber más sobre el sujeto me llevó a investigar sobre sus trabajos anteriores como actor. La verdad es que Lawther no ha tenido muchas oportunidades para desarrollarse en el mundo del cine por lo que aún es una celebridad desconocida para muchos.


Encontré la película y pronto me informé sobre ella al saber que se trataba de un film con tintes poco explorados en el mundo cinematográfico. En pocas palabras, Freak Show trata sobre un joven excéntrico que ingresa a una nueva escuela donde será molestado por ser como es.
    Billy Bloom, el personaje principal, es un chico que gusta del drag. Y no, no solo usa pelucas y tacones. Más bien explora un lado del drag poco visto. Billy posee diversos vestuarios, unos más “femeninos” que otros. Utiliza pelucas de diferentes longitudes y tamaños. El maquillaje es crucial ya que Billy es un maestro en ello y crea diseños faciales únicos.

Gracias a la estrambótica apariencia de Billy, pronto se ve envuelto en un dilema ya que sus nuevos compañeros de escuela no pueden comprender sus preferencias. Primero es violentado verbalmente por los típicos chicos machos alérgicos a lo atípico. Después Billy es molestado por los demás con burlas y bolas de papel.


    Nos enteramos luego que Billy no quiere abandonar su verdadero yo por lo que decide un día asistir a la escuela como una especie de novia blanca y maquillaje al estilo David Bowie. Nuestro protagonista piensa que tiene todo bajo control, sin embargo, es engañado. Ciertos chicos lo esperaban en un salón vacío para aprenderlo y golpearlo con lujo de violencia hasta dejarlo en una especie de coma.
    Aquí llega el que parece ser el héroe de la historia: Flip Kelly. Flip, guapo y popular, llega al salón para salvar la vida de Billy. A partir de este incidente ambos se convierten en mejores amigos. Flip, aunque es heterosexual, acepta la personalidad de Billy. Sin embargo, las cosas no cambian mucho en la escuela y aunque lo sucedido haya traído comprensión y tolerancia entre los alumnos Billy decide postularse para reina del baile.


Una subtrama, más o menos desarrollada, implica a los padres de Billy. La madre, una antigua celebridad, está separada de su esposo por lo que Billy vive con su padre. Aunque nada les falta, la relación de padre e hijo es casi inexistente en la casa. Y parece que la única que comprende a Billy es la empleada doméstica.
    Otro personaje no menos importante es Blah Blah Blah. Sí, su verdadero nombre tal vez es mencionado dos veces, sin embargo, Blah Blah Blah es una chica nerd que se hace amiga de Billy ya que ambos pertenecen a una minoría vulnerable. Cabe mencionar que este personaje es interpretado por AnnaSophia Robb, conocida por su papel de Leslie Burke en Bridge To Terabithia.

La trama se desarrolla basándose en la lucha de Billy y sus amigos por ganar el concurso de reina del baile. Aquí llega Lynette, una molesta chica que se hace rival de Billy. Lynette es quizá el típico ejemplo de religioso radical que rechaza la diversidad sexual ya que literalmente menciona que ella es la que debe ganar el concurso ya que Dios no quiere a los homosexuales.

Freak Show, dirigida por Trudie Styler, es una mala película. Aunque lo ya leído aquí pueda parecer un tanto excitante, la ejecución en la pantalla es pobre. Para empezar, las actuaciones de ciertos personajes dan mucho que desear. Parece que el único que hace bien su papel es el propio Alex Lawther. Por otro lado, si bien se trata un tema importante que debe ser conocido por todos, los personajes no logran desarrollarse del todo. Por ejemplo, Flip Kelly, desaparece a mitad de película, se convierte en un personaje secundario y no termina aportando nada a la trama. Por último, existe un personaje que pudo explotarse mucho mejor. Hablo de Bernard, interpretado por el actor Christopher Dylan White. En un principio, Bernard es un personaje recurrente, pero que pronto se convierte en uno misterioso por las escenas donde se le ve observar a Billy de forma muy sospechosa. No diré que sucede con este personaje, más bien usted debería ver la película y darse cuenta de lo que hablo.


En resumen, aunque no es una buena película, hablando de su ejecución, vale la pena verla en un día de estos de cuarentena. Contiene buenos chistes y escenas dramáticas interesantes. Además de que vemos a un personaje poco explorado en el cine. Billy se identifica como queer por lo que es entretenido verlo es sus múltiples alter egos. Billy es tan extravagante que lo primero que le pide a la enfermera cuando despierta del coma es gloss para los labios. Por otro lado, es una buena película para aquellos que aún no comprenden del todo a la comunidad LGBT+. En mi opinión, Freak Show muestra ese lado aún poco explorado para muchos que se caracteriza por catalogar como ridículo a aquello conocido como queer. Por último, la película se basa en la novela del mismo nombre escrita por James St. James, conocido por el film Party Monster (2003). Quizás valdría la pena echarle un vistazo a la versión literaria.

A continuación, dejo los puntajes que algunos sitios web han otorgado a la película (sin embargo, no se deje llevar por ellos. En su lugar, vea la película).

-IMBD: 6.7/10
-Rotten Tomatoes: 51% (tomatometer) – 68% (audience score).
-FilmAffinity: 5.6/10

Citas favoritas:

-Maestro: “¿No crees que estás siendo demasiado dramático?” Billy: “Normalmente tomaría eso como un cumplido.”

-Billy: “Me pueden llamar freak, está bien. Soy lo que soy. Ustedes también son freaks. Mírense.”

-Billy: Muy gracioso, ¿no es así, Tiff? Casi tan gracioso como esas plataformas. ¿Qué piensas hacer con esas cosas? ¿Matar a una familia de ratas?

-Billy: “Me veo atlantástico.”

Vea aquí el tráiler de Freak Show: https://www.youtube.com/watch?v=drg74wOy8z8

jueves, 9 de abril de 2020

El fin de Modern Family


Después de 11 temporadas y 250 episodios, la serie norteamericana Modern Family llegó a su fin. Con un episodio doble de aproximadamente 40 minutos las familias Dunphy-Pritchett se despidieron de forma definitiva de los televidentes.


A pesar de ser una serie con tintes típicos, y a veces estereotipados, de los Estados Unidos, Modern Family entretuvo al mundo por un total de 10 años. Vimos crecer a los personajes, algunos de ellos partieron para siempre y otros llegaron para quedarse. Al menos la familia original se mantuvo y no hubo una salida inesperada o un cambio de personajes a lo bestia como podría suceder en otras series.

Modern Family, para aquellos que no sepan, nos muestra la vida de tres familias que en un principio uno pensaría que no están relacionadas del todo. En el primer capítulo de la primera temporada se deja en claro quién es quién; primero, tenemos a la familia Dunphy conformada por Claire y Phil junto a sus hijos Haley, Alex y Luke. Después vemos a la familia Pritchett formada por Gloria, Jay y su hijo Manny. Por último, conocemos a Cameron y Mitchel los cuales recién han adoptado a una bebé vietnamita. En aquel episodio nos enteramos que Claire y Mitchel son hijos de Jay, sin embargo, la esposa de este se separó de él por lo que Jay se casó con Gloria, una mujer colombiana mucho más joven que Jay. Manny, por otro lado, es el hijo que Gloria tuvo en su pasada relación.


A partir de esta premisa acompañamos a la familia en una serie de eventos hilarantes que en ocasiones se torna dramática o reflexiva. Modern Family es de hecho una serie cómica con formato catalogado como falso documental. Esto quiere decir que en todos los episodios vemos breves clips de los miembros de las familias donde se les ve hablar directamente a la cámara contando sus sentires o pesares sobre las aventuras o problemáticas que pudieran estar enfrentando.
Las temporadas se desarrollan basándose en el crecimiento (mental y físico) de los miembros de las familias y cómo estos las enfrentan. Del mismo modo existen especiales de Halloween, día de gracias o navidad. Además de diversos episodios que muestran a la familia viajando a otros sitios como Disneyland, Hawái o París.

Modern Family funciona como serie gracias a las personalidades de cada personaje. Por ejemplo, con Cameron y Mitchel podemos descubrir lo que significa para una pareja gay el adoptar a un niño por primera vez. Ambos se complementan ya que la personalidad pasional y emocional de Cameron contrasta con la preocupada y nerviosa de Mitchel.

Por otro lado, la serie tomó múltiples tópicos contemporáneos y los amoldó a su estilo. Como ejemplo, y siguiendo con Cam y Mitch, en el universo de la serie la homofobia es casi inexistente, por lo que abren paso a normalizarla. Esto se logra de diversas formas, comenzando con los niños y niñas de las demás familias los cuales nunca cuestionan dicha relación LGBT.

Cam anunciando la adopción de Lily

El pasado 8 de abril se emitió el fin de la serie. A pesar de que el episodio doble no fue tan elaborado como otros finales de temporada, fue catalogado como nostálgico ya que las situaciones cómicas no cesaron, sin embargo, la sensación de no volver a ver a la familia convivir como solían hacerlo es por más melancólica. En resumen, el episodio nos muestra la partida de algunos miembros de las familias hacia sus nuevos destinos, separándose así por vez primera.

Es claro que Modern Family siempre será recordada como una de las mejores en su tipo. Las razones son variadas, sin embargo, enlistaré a continuación las que considero las más representativas.

1.  La existencia de un humor original: la serie no se vale de risas pregrabadas para indicarle al espectador cuándo se ha dicho un chiste. El humor es espontaneo, sutil e inteligente.
2. Cada personaje posee una personalidad única: aquí cabe añadir que mi personaje favorito es Cameron Tucker por ser el que más me ha hecho reír.
3. Los problemas que se plantean son realistas y el público puede sentirse identificado con facilidad.
4. Es única en su tipo por mostrar a una familia dispareja pero que al mismo tiempo es la más unida de todas.

En conclusión, Modern Family fue la serie por excelencia del espectador estadounidense, aunque haya sido vista en todo el mundo, claro. Una generación entera creció con ella y aprendió de la vida misma mientras se reía hasta las lágrimas.

Aquel que no ha visto la serie puede hacerlo todavía y cuantas veces quiera. Gracias al cielo que tenemos en las manos las herramientas tecnológicas para hacerlo. Si usted busca entretenimiento de calidad para pasar esta “cuarentena” recomiendo 100% Modern Family. Pero, por favor, tome su tiempo de verla y no trate de terminar los 250 capítulos en una semana.



¿Qué es realmente el arte?

Creo es obvio, pero debo advertir que las opiniones de la siguiente entrada son basadas en percepciones personales. Me he anclado a la lib...