jueves, 30 de mayo de 2019

¿Qué es realmente el arte?


Creo es obvio, pero debo advertir que las opiniones de la siguiente entrada son basadas en percepciones personales. Me he anclado a la libertad de expresión y utilizado ese poder para dar mi punto de vista sobre el arte. Así que, siendo un simple pensador que gusta de opinar, advierto que puede que esté equivocado en ciertas cosas ya que no soy un buen crítico de arte ni mucho menos artista. Cuestión que de hecho no tiene nada que ver. Pero aquello lo hablaremos más tarde.

¿Qué es arte?

Por desgracia, el arte no puede ser definido. Al menos no podría tener una definición en concreto. Muchos dicen que el arte es la manifestación de los sentimientos humanos; de lo abstracto a lo físico. Esta es una definición demasiado obvia. El arte va más allá de aquel concepto tan romántico. El arte nace como una necesidad y permanecerá así por siempre. Pero, ¿qué necesidad? El ser humano, como es super inteligente, ha inventado diferentes formas de arte con el fin de poder comunicar. El arte se convierte en un medio, en un puente. Lo que no puede ser dicho con palabras se transforma en otra cosa. Ahí está la música como gran ejemplo.
    El arte también evoluciona. Va de la mano con las décadas y se adapta a los conflictos y modas de las sociedades. El arte rupestre, por ejemplo, surge como aquella necesidad ya mencionada. Poco a poco el cerebro humano primitivo se transformó y se convirtió en uno más sensible. Uno que ahora podía apreciar a la naturaleza. De hecho, ahí comienza la búsqueda artística vista hasta hoy día en diferentes manifestaciones del mismo arte.
    Hablando de manifestaciones. El arte es un ente moldeable, un ser de varias cabezas. El arte puede llegar desde diversas vías y surgir de mil formas. Comencemos por las llamadas bellas artes. Según Wikipedia, las bellas artes son las siguientes: arquitectura, danza, escultura, música, pintura y literatura. A estos se añaden tres movimientos contemporáneos: el cine, la fotografía y el cómic. A todos ellos, y como opinión personal, añadiría al teatro.
 
La Piedad, Miguel Ángel
¿Quién decide lo que es arte?

Básicamente cualquiera puede decidir tal cosa. Por ejemplo, un zapato dentro de una jaula de pájaros se convierte en arte si yo así lo decido. Por desgracia, es así como funciona el mundo del arte de hoy. Es aquí cuando llega la gran estafa. Nos quieren hacer creer que cualquier cosa es arte por el simple hecho de decir que lo es y por llevarlo a un museo a exhibir. Una pila de ropa sucia, una caja vacía, un mingitorio, pantalones usados, una manzana, etc. Todos esos objetos no podrían ser arte, sin embargo, ahí están, resguardados en museos "contemporáneos" catalogados como arte, y todavía peor, vendidos a precios exagerados. ¿Realmente somos tan estúpidos para dejarnos llevar? No quiero insultar a nadie, pero los primeros que nos toman el pelo son esos artistas falsos que se burlan de nuestra inteligencia.
    Los artistas falsos son empresarios con disfraz. Son sabuesos del dinero cuyo trabajo consiste en ser “innovadores” llevando lo casual y lo ordinario a un nivel artístico. Son expertos en discursos por lo que se valen de las palabras para explicar su obra. Porque sin esas explicaciones las piezas no serían arte. Así de simple.

Entonces, ¿qué es realmente el arte?

El verdadero arte, en mi opinión, es el resultado de los siguientes factores (al menos los más importantes):
·         Talento
·         Trabajo
·         Esfuerzo
·         Estudio
·         Constancia
·         Técnica
·         Amor al trabajo
    El arte falso tiende a ignorar estos elementos y se vale de un discurso que excusa su poca complejidad. El arte ya no es subjetivo ya que no podemos llamar arte a cualquier cosa solo por dejarnos llevar por el impacto instantáneo que genere sea cual sea la obra en cuestión. Es por ello que debemos detenernos y analizar por un momento lo que estamos presenciando.

Arriba se mencionaron las bellas artes. Hablando de las originales, éstas están expuestas a ser manipuladas. En la literatura, por ejemplo, no es lo mismo una novela de Charles Dickens a un libro de Yordi Rosado. Si hablamos de niveles literarios, uno es más complejo que otro… y no es necesario decir cuál. Lo mismo sucede con los demás movimientos artísticos. Tal parece que por cada buena obra de arte existe una versión deficiente del mismo, una burla, una parodia, un falso arte.
    Lo mismo sucede con el cine, la fotografía y los comics. Hoy día cualquiera se siente fotógrafo. Sus galerías son sus perfiles de Instagram y sus temas son los más genéricos de todos. La fotografía de un paisaje no es arte ya que mismo paisaje ya es arte, pero no por ser fotografiado significa que deberíamos admirar la captura instantánea como una obra en sí.
    Muchos dicen que los cómics no podrían ser arte. Yo digo que sí pueden, por su puesto. Quizás esos que admiran las obras de Jeff Koons son los mismos que dicen que un cómic no puede ser arte. Vaya ironía. Si bien no todos los comics podrían considerarse arte en el sentido más estricto de la palabra, algunos comics son lo suficientemente bien hechos como para decir que son obras artísticas. 
    Se podría decir entonces que existen, al menos para mí, 4 aspectos a considerar para decidir si una obra NO es arte:
    1. La pieza puede ser reproducida/fabricada con facilidad
    2. Es un objeto cotidiano (movimiento llamado ready-made)
    3. Un gran discurso la soporta y sin él no se entiende la obra
    4. No fue necesario el talento para realizarla
 
Rabbit, Jeff Koons (obra más cara del artista)
¿Podemos ser críticos de arte?

Sería algo lógico que, si bien no todos pueden generar arte verdadero (sin las condiciones ya propuestas, claro), no cualquiera podría ser un crítico. Más bien, un simple mortal que solamente conoce a la Mona Lisa se convierte entonces en alguien con simples opiniones.
    No.
    Lo lógico aquí es que todos poseen un cerebro, lo que significa que tenemos capacidades cognitivas similares (habrá excepciones, obvio). La tarea de criticar es de hecho una característica básica del ser humano. Nos gusta analizar, cambiar, responder, dar consejos o advertencias, opinar y conversar. No lo notamos, pero ahí está la función que se deriva de nuestras habilidades sociales.
    Ahora, le hago una simple pregunta, ¿ha ido a un museo? Por supuesto que sí. O al menos sabe lo que es un museo, ¿cierto? Si no sabe vaya a Google y regrese.
    Ahora, al momento de entrar a algún museo de arte nuestra habilidad natural para criticar florece y se manifiesta. De una vez menciono que no necesitamos ser “cultos” o haber leído una docena de libros de arte para poder criticar una obra. Entonces, caminaremos por los pulidos pisos del museo y respiraremos la atmósfera fría. Ahí estarán los cuadros o esculturas. Quizás no conozcamos a los artistas, pero eso no importa. Nos deslizaremos hasta algún cuadro. ¿Qué veríamos? ¿En qué pensaríamos? ¿Qué sentiríamos? Aquellas son preguntas necesarias a la hora de juzgar un cuadro. Si todas son respondidas satisfactoriamente, podemos pasar a la crítica. Sin embargo, podemos quedarnos como estamos. Al final, una obra nos genera conocimiento. Esa es su función principal. Si ha permanecido varios minutos ante una obra y esta aún no le genera nada relevante puede pasar a la siguiente ya que es probable que dicha obra no sea arte. No es que usted no entienda. Lo que sucede es que la obra en sí carece de los elementos ya hablados al principio y no puede hablar por sí sola.
    Invito a cualquiera a ser críticos. Atrévanse a opinar y a ser buenos generadores de debate. Allá afuera, en estos momentos, cientos de pseudoartistas presentan obras como arte auténtico y pocos hacen algo por detenerlos. Recordemos que el arte es sinónimo de historia por lo que no queremos hacer historia a base de engaños. 

Y como las imágenes hablan mejor que las palabras (a veces), pasaré ahora a exhibir dos galerías de imágenes de obras de arte: falso arte y verdadero arte.

FALSO ARTE
 
Apple, Yoko Ono
Mr. Doodle y sus caricaturas genéricas
Arte abstracto, movimiento action painting
Productos convertidos en arte por Gabriel Orozco. Literalmente la obra es un Oxxo
Au Naturel, instalación de Sarah Lucas
Toilet Paper, Martin Creed
Yayoi Kusama y su obsesión con los puntos

ARTE


Sin título, Manuel Felguérez
Judith y Holofernes, Caravaggio
La Edad Madura, Camille Claudel

Laocoonte, El greco

Fotografía de Sebastiao Salgado



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