miércoles, 1 de mayo de 2019

Enanitos


Aquí en mi ciudad se celebra cada año una feria local con tintes religiosos llamada El Cedral. Su constante celebración ha llevado a los ciudadanos a modernizar la feria por lo que hoy día se pueden presenciar diversas actividades como pelea de gallos, carrera de caballos, presentaciones artísticas y culturales, concursos de fisicoculturismo, venta de comida regional, entre otros. Entre dichas actividades se encuentra una muy popular, aunque ésta no es propia de la ciudad.

Se trata del “show de enanitos toreros”. El espectáculo consiste en que varias personas de estatura baja entran a un ruedo para torear a un joven toro sin cuernos. Esa es la única gracia del espectáculo.

Tyrion Lannister, Juego de Tronos.
La cultura y el folclor se han encargado de posicionar a la sociedad como espectadores de actividades como esta donde individuos catalogados como freaks son el centro de diversión del público. Su condición física los dota de una peculiaridad que atrae a un público curioso y morboso el cual solo busca satisfacer su necesidad de entretenimiento.

La función circense de los “enanitos” no va más allá por lo que no son tomados en serio. Se vuelve entonces en un espectáculo de morbo. La gente se ríe, les causa gracia que una persona de estatura baja sea corneada por un animal mientras una música alegre ameniza la actividad.

Cartel promocional del Cedral 2019
Pero ellos ignoran que son parte de un hábito cultural muy marcado. No saben que se burlan de ellos por el simple hecho de ser lo que son físicamente hablando. Al final, se les otorga un merecido sueldo, fruto de su trabajo. Porque así es como lo ven. Es un mero trabajo donde su única función es hacer reír. Y por si no fuera suficiente, la naturaleza cruel de este espectáculo es suavizada al utilizar un diminutivo en su título: enanitos. Como si aquello sirviese para demostrarse al público que nadie se está burlando de estas personas.

Por desgracia, la gente de estatura baja sigue siendo usada como entretenimiento fácil e instantáneo. Su condición es la razón por la que son contratados en programas de televisión o en películas con papeles secundarios. Existe poco material de entretenimiento donde una persona de estatura baja sea el centro serio de atención, el protagonista o aquel cuyo rol sea en verdad importante.

¿Cuándo dejaremos de utilizar a estas personas como seres cuyo único talento es hacernos reír?

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