Hopkins es ese actor que
todos conocen y respetan. Es ese que miras y te provoca arrodillarte enseguida.
Es el actor que merece un aplauso de pie
mientras le regalan flores y le avientan dólares.
Anthony Hopkins trabajó como
actor por primera vez en 1960 haciendo papeles comunes en obras de teatro. Cualquiera
puede ser actor de teatro con previa preparación, sin embargo, su presencia
escénica era única. Años después subió algunos escalones y apareció en televisión
y en producciones fílmicas.
Quizá la gente pueda
identificar a Hopkins gracias a su participación en la mítica adaptación al
cine de The Silence of the Lambs en
el cual dio vida al famoso sádico sediento de sangre: Hannibal Lecter.
Sus habilidades no se limitan a la actuación.
El señor Hopkins es
pintor; es el autor de obras, en su mayoría abstractas, que demuestran un gran
talento en cuanto a colores y composición.
Sus pinturas gritan
locura. Sus rostros de ojos energéticos nos demuestran la soledad. Combina
colores sacados de los ochenta que al mismo tiempo pertenecen a algún lugar de lo
bizarro.
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Steelworkers |
Antes de ser un actor, Anthony
Hopkins fue un ávido compositor musical. No se conoce mucho de su obra, pero
hoy día podemos deleitarnos
con un vals llamado And the Waltz Goes On, creación de nada más y nada menos que del señor Hopkins.
La composición fue tocada en vivo por primera vez en el año 2011 a cargo de André Rieu, un conocido
director de orquesta. Acceda aquí para escuchar el vals.
André Rieu antes de interpretar el vals de Hopkins (youtube.com) |
El señor Hopkins será
recordado, de eso no hay duda.
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