Nos tienen muy
bien acostumbrados a las situaciones fantasiosas. Esto recide en nuestra niñez;
cuando nos dicen que en diciembre llega Santa Claus; que era mejor guardar
nuestro diente de leche bajo la almohada para recibir a cambio unos cuantos
pesos; o cuando la cigüeña traía a los bebés. Nos han inculcado ideas falsas
solo para enriquecer nuestra imaginación y, en quizá todos los casos, para formar
nuestra educación.
No conozco a
ningún adulto que hoy día esté por completo emocionado por la llegada del
hombre obeso en su trineo. Entonces, se supone que aquellas ideas mágicas y
poco realistas mueren cuando suceden dos cosas cruciales; cuando nuestros
padres (o alguien más) nos revelan la verdad, o cuando somos lo suficientemente
mayores para reconocer que aquellos personajes son sólo una creación fantasiosa.
Sin embargo, aún de adultos, tendemos a creer ciertas cosas que desde un primer
plano son vacías de sentido y carecen de algo crucial: la lógica.
Un “adulto” sabe que si las nubes se tornan
grises es muy probable que llueva. Un niño continuará jugando y tomaría varios años
para que pueda preocuparse de las situaciones climáticas que le arruinarán el día.
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Walter Mercado, el abuelito de los charlatanes astrológicos. |
Los horóscopos son
otra forma de mentira, un capricho que podría ser encontrado con facilidad en
algún libro de hadas de preescolar. Sin embargo, los adultos se los encuentran
en los periódicos y en otros medios inocentes destinados al público en general.
Lo más hilarante de todo es que esta fantasía se la cree la mayoría de los que
supuestamente han dejado el hábito del biberón. Los niños y niñas no creen que
los planetas den energía positiva a uno ni que el número del día les guíe en un
camino de prosperidad en el amor y el trabajo.
El discurso de todos los creadores de
contenido astrológico es lo mismo; situaciones que no te dicen nada y que al
mismo tiempo tratan de convencerte de que ellos saben lo que las estrellas quieren
para ti. Compruebe esta mentira usted mismo, haga clic aquí y
descubra un artículo que habla del destino de todos los signos zodiacales para
el año 2013.
¿Por qué creer
entonces? Uno pensará que los horóscopos son acertados y que lo que dicen de
nosotros es cierto ya que nos identificamos como si nos leyeran la mente. La
triste realidad es que los planetas no conspiran para tener armonía en, por
ejemplo, la salud, y tampoco una persona es capaz de tener “poderes” que le digan en tan sólo un párrafo su destino diario.
De hecho, invito a cualquiera a realizar su
propio horóscopo. Es fácil escribir sobre nuestros deseos; somos capaces de
saber con quién queremos estar, cómo hay que comportarse y qué debemos hacer
para sentirnos bien física y mentalmente.
Basta con leer los demás horóscopos de la
lista de signos. Haga la prueba e intente leer al azar y se dará cuenta de que
se identificará fácilmente con al menos una situación. No crea en horóscopos ni
en pseudociencias. Apagué la televisión y olvide a esos charlatanes que dicen
predecir el futuro. Es una mala idea estar al pendiente de los discursos de
estos ya que sólo hablan de desgracias y una que otra noticia buena pero que al
final es mediocre. Que nadie le diga como manejar su intimidad, y sobre todo, proteja
su inteligencia.
Me encantó tu artículo. Realmente hay tanta basura por todos lados, sobre todo hoy día en las redes sociales, y con acceso a tanta información, que terminamos muchas veces más desinformados que bien informados. Y así como hay contaminación ambiental... Hay más contaminación intelectual!!
ResponderBorrarGracias por leer, Magnolia. Muy cierto lo de la contaminación intelectual.
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