¿Quién
nunca ha visto en algún estacionamiento la famosa señal azul de la silla de
ruedas? Aquella que es exclusiva para los discapacitados y, por que no, para
las embarazadas. Es triste saber que mucha gente se ha limitado a conocer estas
dos funciones del letrero azul.
El
Símbolo Internacional de Accesibilidad (SIA) fue creado por Susanne Koefoed en
1968 ante la presión social que requería un símbolo universal que todos
pudieran reconocer y, al verlo, saber que su uso principal es del rápido acceso
para las personas con necesidades especiales.
Entonces,
¿qué es lo que este símbolo representa en realidad? Es simple; indica las
facilidades que un espacio público ofrece. Normalmente se puede encontrar esta
señal en baños, estacionamientos, o entradas y salidas. Sin embargo, su uso se
ha limitado a servir a aquellos que tienen una discapacidad visible (como un usuario
de silla de ruedas) y requieren
de un acceso fácil y seguro.
de un acceso fácil y seguro.
Este
símbolo es más que un letrero azul.
Representa cualquier tipo de acceso. En este caso, el significado de la
palabra accesibilidad es amplio y complejo. Incluye discapacidades visibles y
no visibles. En esta última se encuentra otra confusión. Es un impedimento que
no puede hablar por sí solo ya que requiere de dar explicaciones.
Supongamos
que miras cómo una persona estaciona su auto en un espacio con el símbolo
internacional de accesibilidad pintado en el suelo. Notas que la persona que se
baja del auto es una mujer. Ella no utiliza alguna herramienta para ayudarse a
caminar. Tampoco es una mujer madura. ¿Está realmente aprovechándose de ese
espacio? Caminas hacia ella para reclamarle y notas que en el cristal de una de
las ventanas se encuentra una calcomanía del SIA. Eso no justifica nada,
¿cierto? Te enfrentas a la mujer y le pides explicaciones. Ella levanta las
manos y comienza a moverlas de una forma extraña. No entiendes nada ya que no
sabes el lenguaje de señas.
Es
necesario saber que existen seis tipos de
discapacidades: visuales, auditivas,
intelectuales, psicosociales, físicas y de lenguaje. Todas pueden ser motivo
para utilizar el SIA. Por desgracia, son enfermedades recurrentes y las
personas que las padecen son a veces señaladas por el supuesto mal uso que le
dan a la señal azul.
Hoy, 3 de diciembre, es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Quizá es un día para reflexionar. Según los datos de las Naciones Unidas, más de cien millones de discapacitados son niños. Muchos de ellos sufren o sufrirán algún tipo de violencia.
Ahora, ¿cómo cambiar un símbolo cuyo propósito a sido
malinterpretado? Tal vez sea todo un reto. Pero lo que sí es posible es cambiar
perspectivas. Hablar de estos problemas es sólo el inicio. Es nuestra tarea el
reconocer que no somos iguales y que es importante saber que debemos vivir en
una sociedad incluyente.
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