La imagen que se genera
en nuestras mentes al escuchar la palabra payaso es la de un hombre maquillado
de nariz roja que viste un traje colorido y cuyos zapatos son tan grandes como dos
raquetas de tenis. El payaso es todo aquel individuo que quiere hacerte reír. Es
una persona que no conoce de malos sentimientos.
Según Wikipedia (un sitio
con mala reputación, pero igual lo uso) los payasos han estado saltando entre
nosotros desde 2500 años antes de Cristo. Todos saben, gracias en parte a las
películas, que los payasos han sido objeto de entretenimiento para distintos
grupos sociales. Ellos y ellas han sabido lo que es entretener desde reyes barbudos
hasta transeúntes en mercados.
Hacer reír es un arte. Y
no hablo de algunos “standuperos” que si no dicen una grosería no te ríes. Sino
que obtener una sonrisa o carcajada auténtica es un trabajo que no cualquiera puede
realizar. El payaso se ha plasmado como un ser de fantasía, aquel que parece haber salido de un cuento. Los vemos
siempre en todos lados. Se les ve en la televisión, en películas, en productos y algunos otros en lugares públicos.
Los hay de muchos tipos, pero su objetivo siempre es el mismo: entretener. Los payasos quieren que olvides tus problemas, que alargues tu sonrisa y que te emociones hasta aplaudir. Sin embargo, algunos payasos van más allá. La sátira surge como respuesta a esas cosas que dañan a nuestra sociedad. Los mensajes que estos tipos de payaso envían siempre serán interpretados por aquellos que han sido afectados. Los niños y niñas, por otro lado, demostrarán su inocencia al momento de reír. Ser payaso es un trabajo complicado.
Los hay de muchos tipos, pero su objetivo siempre es el mismo: entretener. Los payasos quieren que olvides tus problemas, que alargues tu sonrisa y que te emociones hasta aplaudir. Sin embargo, algunos payasos van más allá. La sátira surge como respuesta a esas cosas que dañan a nuestra sociedad. Los mensajes que estos tipos de payaso envían siempre serán interpretados por aquellos que han sido afectados. Los niños y niñas, por otro lado, demostrarán su inocencia al momento de reír. Ser payaso es un trabajo complicado.
En todo esto, es claro
que alguien le debe temer a estos peculiares personajes. La coulrofobia es en
sí el miedo a estos y una cantidad muy grande de gente la padece. Los payasos
tienen mala reputación, eso es claro. La tienen gracias a que ellos, los cuales
representan la inocencia, son un blanco fácil para los chismes. Algunos los han
utilizado como protagonistas de libros y películas de horror. En lo personal,
nunca he visto una película donde los payasos seas mostrados como los “buenos”.
Su reputación se ve afectada ya que resulta un tanto incomodo el ver a un
payaso de sonrisa perpetua sostener un cuchillo ante ti.
Incluso hace unos años surgió la tendencia de salir a la calle disfrazado de payaso para "aterrorizar" a los ciudadanos. Porque es claro, nadie ha pedido que un sujeto con peluca colorida te persiga por la noche. He ahí lo que hace del payaso un monstruo, un fastidio, y no lo que se supone que debe representar. Incluso los resultados que se obtiene al buscar en Google Imágenes la palabra clown (payaso en inglés) es la de varias fotos de payasos tenebrosos y poco amigables.
Incluso hace unos años surgió la tendencia de salir a la calle disfrazado de payaso para "aterrorizar" a los ciudadanos. Porque es claro, nadie ha pedido que un sujeto con peluca colorida te persiga por la noche. He ahí lo que hace del payaso un monstruo, un fastidio, y no lo que se supone que debe representar. Incluso los resultados que se obtiene al buscar en Google Imágenes la palabra clown (payaso en inglés) es la de varias fotos de payasos tenebrosos y poco amigables.
Como en todo, la gente
tiene que dañar la imagen de las cosas. Hablo de esta moda que por desgracia la
gente ha estado consumiendo en grandes cantidades. Los payasos ya no son
payasos, son sujetos musculosos que usan ropas ajustadas. Lo único de payaso
que tienen es la típica nariz roja y el escaso maquillaje blanco es sus pómulos.
Estos no tienen ningún talento, sus paupérrimos chistes sólo hacen reír a un gusano. Son pues máquinas de dinero ya que salen en programas de bajo nivel intelectual y hacen música
basura.
Más y más es la gente que
quiere seguir las tendencias que acaba de leer. Sin embargo, la imagen del
payaso clásico nunca morirá, o al menos eso espero. Siempre podrán amenizar una
fiesta infantil cuyo contenido sea en verdad entretenido y no una copia de la
copia.
Los payasos se convierten en otra cosa, en algo que no podríamos comprender del todo. Es pues una persona debajo de un disfraz y eso es lo que lo hace tan especial. Nunca sabemos quién es ese que se esconde detrás del maquillaje y cuáles son sus verdaderos pensamientos. Es alguien común y corriente, como tú y yo, que ha decidido materializar por un instante aquellas cosas que promete mover los engrandes imaginativos de nuestra psique.
Ser payaso es una profesión poco respetada. Los ven como seres que te hacen reír por un rato y personas disfrazadas que regalan globos en forma de animales. Hay que cambiar esa perspectiva y comenzar a tomarlos un poquito más en serio.
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Weary Willie |
Los payasos se convierten en otra cosa, en algo que no podríamos comprender del todo. Es pues una persona debajo de un disfraz y eso es lo que lo hace tan especial. Nunca sabemos quién es ese que se esconde detrás del maquillaje y cuáles son sus verdaderos pensamientos. Es alguien común y corriente, como tú y yo, que ha decidido materializar por un instante aquellas cosas que promete mover los engrandes imaginativos de nuestra psique.
Ser payaso es una profesión poco respetada. Los ven como seres que te hacen reír por un rato y personas disfrazadas que regalan globos en forma de animales. Hay que cambiar esa perspectiva y comenzar a tomarlos un poquito más en serio.