sábado, 28 de abril de 2018

Graffitis


El graffiti es simple vandalismo disfrazado de un falso anarquismo. Sin embargo, no deja de ser una forma de expresión de un sector muy característico de varios países. Al menos aquí en México, los “artistas urbanos” están en constante proceso creativo. Escogen muros como lienzos, usan colores vibrantes y siempre existe un mensaje antisistema.



El objetivo escondido de este vandalismo en simple; deteriorar la imagen de una ciudad. Los más obstinados incluso “rayan” paredes ajenas sin el permiso de sus dueños. Otros aprovechan construcciones abandonadas y decoran las ruinas con letras gigantes que por lo general son palabras y frases que nadie entiende.

Zona Arqueológica Santa Cecilia Acatitlán

Algunos, entre ellos muchos grafiteros, dicen que el graffiti es arte. Es claro que en un museo nunca se exhibirán muros con líneas y formas pintadas por “cholas” de cualquier barrio. Y si es así, el problema será del museo el cual estará de acuerdo con este falso arte.


Es natural que el graffiti se confunda con el Street Art. Basta comparar ambos estilos para darse cuenta de quiénes son los que en verdad utilizan una técnica, composición, dibujo entre otras cosas.
    La imaginación y el talento no son suficientes para considerar al grafiti como algo más que lo que son: dibujos bonitos. Un sector de grafiteros podría decir que hacen lo que hacen ya que es así como expresan su anarquismo. El otro sector se comportará más solidario y dirá que hacen graffitis por el simple hecho de hacerlos. Incluso se toman el tiempo de hablar con los propietarios de las paredes en blanco para hacer su "arte".
    Los gobiernos incluso apoyan estos movimientos. De hecho, se ha visto a algunos políticos trabajar en conjunto creando graffitis en las calles con jóvenes talentosos. ¿Es ese el apoyo que se les da hoy día a la juventud? Claro, es más barato regalarles latas de pintura que construir una escuela de arte. 

Educación para la ciudadanía, Escif 
Existe detrás de todo esto la urgencia de expresarse en contra de muchas cosas. Los más destacados grupos que se atacan son los problemas específicos de una sociedad y la muy odiada política (vaya la ironía). Las problemáticas que estos dos grupos pretenden ser resueltos con un simple dibujo. Quieren que la mentalidad de los machistas cambie al mirar la representación gráfica de la violencia en un muro a lado de una lavandería. El presidente seguramente cambiará su paupérrima forma de gobernar al ver unos simples garabatos mientras pasa por ahí.

Quizá sea una forma pacífica de resolver problemas. La triste cuestión es que es muy difícil crear conciencia por medio de un graffiti o incluso de un Street Art. De hecho, el arte con buenas intenciones tampoco puede ser un buen agente de cambio social. Tal vez sería más conveniente comenzar a tomar mejores medidas que promuevan el pensamiento crítico y hagan de la gente personas rebeldes, o sea, que sepan exigir lo que se necesita y eventualmente tomar el control de las respuestas a las incógnitas que afectan a la sociedad. 

sábado, 31 de marzo de 2018

Lo bueno y lo malo de Ready Player One

(Reseña libre de spoilers).

Steven Spielberg es un hombre que ha sabido materializar múltiples géneros fílmicos con la exquisitez que lo caracteriza. Todos recordamos al extraterrestre de dedos largos y luminosos amante de los paseos en bicicleta. Esta película (llamada “E.T el Extraterrestre” para los que viven debajo de una roca) nos es épica gracias a las habilidades de Spielberg y no tanto por lo original que resulta la película.


    Spielberg apuesta ahora por Ready Player One, una película de ciencia ficción estrenada el 28 de marzo del presente año. Ready Player One es esa película que todo amante del buen cine y de los videojuegos de antaño quiere ver. Una odisea que mezcla distintos géneros y cuyo core está en esa diferencia de lo que es real y no.
    Basada en la novela de Ernest Cline, Ready Player One es un film entretenido que si bien tiene puntos buenos también se desgracia con algunas cuestiones que te hacen atragantar con las palomitas.

Lo bueno

Efectos interesantes

Si algo se destaca de esta producción es el basto uso de efectos especiales. Tal vez no sean los mejores que se hayan visto en películas de su tipo, sin embargo, Spielberg y su equipo se encargaron de crear mundos y situaciones que son inmejorables.

(youtube.com)


La premisa de Ready Player One crea altas expectativas. Si bien es difícil concebir buenos gráficos en los videojuegos hacerle un homenaje a toda la industria videojugabilística es todo un reto.

La nostalgia


Todo aquel que haya nacido en los 80's sabrá lo nostálgico que es mirar referencias en películas modernas de videojuegos y películas trascendentes de su época. 
    En Ready Player One se destaca esta situación. Sería incluso necesario mirar la película más de dos veces para capturar todos aquellos easter eggs que Spielberg ha decidido incluir. Desde un feroz King Kong hasta un digitalizado Chucky.


Lo más destacable, en la opinión de un servidor, es la inclusión maravillosa que se hace del hotel Overlook, escenario principal de la película El Resplandor basado en la aclamada novela de Stephen King. Los detalles de dichas escenas son magistrales. Podemos reencontrarnos con las tétricas gemelas, la mujer de la habitación 237 y el hacha de Jack Torrance cayendo sin piedad.

Diversidad

Es normal que los productores de hoy día quieran incluir personajes variopintos en sus obras. Esto es indispensable para crear protagonistas con vidas distintas los cuales aportan la sal y la pimienta a una historia. 
    En Ready Player One conocemos a Wide, o mejor conocido en el OASIS como Parzival, que es el típico jugador antisocial cuya vida es un tanto trágica ya que vive con su tía y su nuevo novio que resulta ser un imbécil. En el transcurso de la película conocemos a otros personajes que ayudarán a Parzival a completar una misión suicida. Tenemos a Art3mist (una pelirroja, novia del protagonista), a Aech (una chica de color) y a Sho y Daito (ambos de rasgos orientales). Juntos son el clan por excelencia que, si bien está ya más que visto, son un elemento primordial y bien creado.

Lo malo

A un paso del desastre

El amor. Ese sentimiento que debe estar en todos lados y ayuda a los débiles a derrotar a los malos. En Ready Player One se desarrolla un romance poco creíble entre los protagonistas Parzival y Art3emist. El enamoramiento surge demasiado rápido y no hay tiempo para explicar con detalle todo eso que hace que nuestros héroes quieran besarse bajo el holograma de un árbol.
    La resolución de la historia básicamente es obra de este romance. Esto causa que la película esté a un paso del desastre… y Spielberg quizá ya lo sepa.


El villano

Nolan Sorrento es líder de IOI la empresa desarrolladora del videojuego OASIS que hará imposible la misión de los protagonistas. 
    Ready Player One muestran a un villano que no intimida. Nolan Sorrento es un hombre débil físicamente cuyo único poder es el dinero y la manipulación.


En el mundo virtual puede que crezca su status como antagonista ya que tiene planes dignos de aquellos que ideaba el Doctor Evil en Austin Powers.

El final

No habrá ningún spoiler en este punto, pero es necesario mencionar que existe un elemento que puede rayar lo absurdo a la hora de resolver el conflicto de la película. Ese problema puede justificarse con el simple hecho de que Ready Player One busca entretener y no cambiar la filosofía de la gente. Si usted está buscando esto último le recomiendo mirar Mother, película de Darren Aronofsky.

Ready Player One es excelente para aquellos y aquellas que quieran deleitarse por más de dos horas con una obra de sello Spielberg. Es para los que quieran presenciar un gran homenaje a toda una cultura pop de videojuegos que ya no se producen y a películas destacadas del último siglo. Ready Player One puede ser vista por cualquiera y es un placer mirar de nuevo esos personajes que alguna vez nos entretuvieron.

¿Qué es realmente el arte?

Creo es obvio, pero debo advertir que las opiniones de la siguiente entrada son basadas en percepciones personales. Me he anclado a la lib...